Alétheia. Aquello que es verdadero, aquello que no está oculto.
Seguramente
el mejor camino para llegar a la verdad en sí misma sea la razón, el
pensamiento lógico que empezó a abrirse camino hacia el siglo VI a. C. .
Epiménedes de Creta fue un filósofo y poeta que vivió en este siglo. Se cuenta
que estuvo durmiendo en una caverna
durante 57 años; hay quienes dicen que vivió 154, otros que fueron 167 , otros
apostaban por 298... En definitiva, que las leyendas no fueron pocas.
Famosa es su
paradoja del cretense o del mentiroso, de la que existen múltiples versiones.
Lo cierto es que no es fácil determinar el tema del que trata, así que dejo la
puerta abierta para que cada uno se sitúe en el bando que considere: ¿Trata
sobre la falsedad?, o, en caso contrario... ¿Trata sobre la no falsedad?
Epiménedes dice:
-Todos los cretenses son mentirosos.
Yo soy cretense.
Este primer
enunciado ya nos trae problemas puesto que, si él es cretense ¿lo que nos
afirma es verdad o es mentira? Empezaremos diciendo lo que es un mentiroso:
alguien que solamente hace afirmaciones que son falsas. Esta definición es
común en el estudio de la lógica, y es posible obtener esta paradoja con menos
ambigüedad si la formulamos como:
Todos los cretenses son personas
cuyas afirmaciones son siempre falsas.
Siguiendo esta
definición parece que Epiménedes está afirmando que miente, pero, ¿sería esto
cierto? Si supones esta afirmación como cierta, Epiménedes estaría reconociendo
que, como buen cretense, está mintiendo al afirmar dicha definición y, por lo
tanto, seria falsa y alcanzaría una autocontradicción. Si supusiéramos que es
falsa no alcanzaríamos una contradicción, ya que dejaría ver que hay como
mínimo un cretense (que no tiene por qué ser Epiménedes) que dice la verdad. Es
decir, es perfectamente posible que la afirmación sea falsa.
Con las conclusiones
sacadas hasta el momento es fácil darnos cuenta de que nuestro filósofo comete
una falacia al decir que todos los cretenses son mentirosos, por lo que se
trata de una falsa paradoja. Las proposiciones deben basarse en hechos
demostrados, y estos no lo son.
Empezaremos
el razonamiento por otro lado, por un hecho probado: Epiménedes es cretense.
Epiménedes es cretense.
Epiménedes dice que lo es -----> Epiménedes dice la verdad
Según esto seguiríamos
afirmando lo siguiente:
Todos los cretenses mienten siempre (si
es que es cierto que nuestro filósofo dice la verdad)
Epiménedes es cretense y en
ocasiones dice la verdad( por lo que es falso afirmar que TODOS los cretenses siempre mienten).
No todos los cretenses mienten
siempre.
Epiménedes dice que sí ----> Epiménedes miente.
Llegados a este punto podemos replantear la paradoja de otro
modo: Si Epiménedes miente, es un
mentiroso. Anteriormente habíamos dicho que mentiroso es aquel que miente
siempre y sabemos que Epiménedes ha dicho la verdad en alguna ocasión,
luego...
Es falso que
Epiménedes siempre mienta.
Dado que es cretense,
es falso que todos los cretenses siempre mientan.
Similares a
esta paradoja creada ya al inicio de la
filosofía hay otras muchas como las famosa "Esta oración es falsa" o
"La paradoja de Pinocho" (Enlace a las dos: http://www.acertijos.net/paradojas2.html),
o la versión que consistía en dos tarjetas colocadas una al lado de la otra, en
una de ellas decía que la oración que estaba al lado era falsa, y en la otra
que la oración que estaba al lado era verdadera (http://filosofia.laguia2000.com/ciencia-y-filosofia/la-paradoja-del-mentiroso).
Lo cierto es
que la lógica y la infinidad de acertijos y paradojas que la rodean pueden
hacernos entrar en un bucle de contradicciones del que no seamos capaces de
salir nunca, pero al mismo tiempo tienen la llave para el desarrollo del
pensamiento y el razonamiento, una de las características más importantes del
ser humano.
FUENTES:
Muy bien Sara, muy original (pero es "Epiménedes". Corrígelo)
ResponderEliminarSaludos